martes, 15 de marzo de 2016

Exigen justicia para joven asesinado en Xalapa

Ángel García
Xalapa, Veracruz

Foto de AVC Noticias.
Familiares de Carlos Hernández, el joven asesinado por delincuentes durante un intento de secuestro sobre la avenida Villahermosa el pasado sábado, se manifestaron sobre la plazoleta Sebastián Lerdo de Tejada para exigir justicia.
José Carlos Hernández Marín, padre del infortunado, sostuvo que su hijo murió como un héroe al destacar que lo salvó a él y a su hermano menor de los secuestradores.
Exigió a las autoridades una investigación a fondo para dar con los responsables y agregó que los xalapeños ya no toleran la inseguridad que se registra a diario en esta capital.
El cortejo fúnebre permaneció durante algunos minutos sobre la plazoleta para insistir en la necesidad de que las autoridades no pasen por alto los hechos que privaron de la vida al joven de 16 años.
El empresario dijo admirar el valor de su hijo al recordar que el día de los hechos enfrentó a los delincuentes que portaban armas de grueso calibre.
Citó que en esa ocasión los maleantes los atacaron cuando salían de uno de sus negocios ubicados sobre la avenida Villahermosa  con la clara intención de secuestrarlo.
Abundó que su hijo, al percatarse de lo sucedido,  les echó encima un automóvil para impedir el secuestro, lo que dio paso a una agresión mayor en la que el joven perdió la vida.
Dijo sentirse indefenso y vulnerable a raíz de lo sucedido, además de que recordó que hace tres años trataron de extorsionarlo. Aunque dijo no tener miedo a la muerte precisó que le gustaría morir “por algo que valga la pena y no por gente sin escrúpulos y ambiciosa".
Agregó que los delincuentes suponen que como empresario cuenta con abundantes recursos y con familia adinerada cuando en realidad, precisó, lo único con lo que cuenta son problemas para seguir adelante.
Al comerciante le acompañaron su esposa y otros hijos, quienes, al igual que sus demás familiares y amigos, levantaron la voz y con cartulinas en alto repudiaron el crimen.
El joven apenas tenía 16 años y toda una vida por delante,  lo que fue desencadenante para que la mayor parte de sus acompañantes rompieran en llanto al acompañarlo a su última morada.
La circulación vehicular sobre Enríquez se interrumpió momentáneamente, pues al reconocer la delicadeza de lo sucedido varias personas que transitaban por el lugar decidieron acercarse para dar el pésame a los padres de Carlos Hernández y para unirse al reclamo de justicia.

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